miércoles, 27 de junio de 2012

Ronshenaer Shyntirach

Después de un largo rato vagando por el bosque, al fin encontraba una presa para comer. Aquel cervatillo me serviría para aguantar hasta llegar a la próxima ciudad. Era extraño, la noche anterior no había conseguido cazar nada, parecía que los animales estaban más recelosos de lo normal, prácticamente no se habían escuchado sonidos en el bosque durante toda la noche.

Menos mal, pensé. Llego a pasar un día más sin comida y tal vez no hubiese llegado a la ciudad. Me acerqué al animal y empecé a quitarle la piel. Encendí una hoguera y me dispuse a cocinarlo.

Mientras se cocinaba el cervatillo nada se escuchaba alrededor del elfo y la hoguera, parecía estar más en un desierto que en un bosque. Por alguna extraña razón Ronshenaer estaba intranquilo, como si esperase que algo sucediese, aunque nada ocurría.


Tras comerme buena parte del cervatillo, guardé lo que pude y tiré el resto, ya que no podía llevar demasiado peso o mi avance se haría mucho más lento. En principio tenía pensado dormir allí pero el silencio del bosque me alertaba. Algo no iba bien y sabía que tenia que moverme si no quería estar en peligro, aunque no supiera de qué peligro se trataba. Comencé a andar, no iba demasiado rápido porque quería escuchar los sonidos del bosque, pero no se oía nada, absolutamente nada. Ni siquiera el piar de los pájaros, siempre presente cuando te adentras en un bosque. Decidí que era hora de marcharse de allí así que aligeré el paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario